Desechable, reciclable... Y la mierda todo.

“También es mi primera vez

Pondré el concierto de Alan Juez

Para relajarnos juntos

También es mi primera vez

Siente como tiemblo ya vez

tuve sexo mil veces

Pero nunca hice el amor”

Awww!!! El primer gran amor que muchas veces se viene con la primera vez. El gran momento que toda mujer espera que sea épico…

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¡MOMENTO!...................

¿ÉPICO?

¡¡Mneeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeck!!

Yo creo que la frase que más se acerca a ese momento es una que apareció en una escena del capítulo piloto de la famosa serie gringa “The Carrie Diaries”, la cual decía más o menos así:

“He perdido la virginidad. Me dolió muchísimo. Fue como intentar meter una salchicha en una cerradura”

Lo que es cierto

Por favor, se les pide a las series rosas, a los doramas, a las telenovelas juveniles, incluso a los mismos grupos de las iglesias (No importa cuál sea la religión): ¡NO NOS PINTEN BONITO UN MOMENTO QUE ES MÁS DOLOROSO QUE LA CRESTIÑA!

Claro, una no puede controlar lo que siente su cuerpo y blah blah blah. 

La calentura llega en su máxima expresión Y CAGASTE. Ahí es cuando el masho cuestión empieza a taladrear hasta llegar a su cometido.

El asunto es que hoy en día, como dice la canción de los prisioneros, el asunto de la virginidad se ha convertido en una cosa medieval. Ya ninguna novia llega nerviosa y virgen al matrimonio, ya no se exige prueba de sangre a lo gitana después de la primera noche de bodas (Y gracias a Dios, de lo contrario vaaaaaaaaarias de las que están leyendo esta tonterita estarían cagás). Sino que a cambio, tenemos que prometer ante Diosito, el rabino, el pastor, el cura etc etc etc de que no vamos a cuernear al marido mientras dure el matrimonio… Y es que no faltan los y las desucbicados que se ponen a pegarle en la nuca a su cónyuge apenas éste o ésta se va a trabajar…

Díganme cursi o que se yo…

¿Pero díganme si no vivimos en una era sentimentalmente desechable?